Últimamente me siento así. “Volver a empezar”, como el título de la historia que en 1982 otorgó a José Luis Garci un Goya como mejor película extranjera, donde Antonio Ferrandis volvía a su Gijón natal tras años de ausencia por el exilio. Y eso es un poco lo que nos está pasando en Cádiz : estamos teniendo que volver a empezar. Tras muchos años disfrutando de un turismo floreciente, viendo crecer nuestras empresas y la economía local con mucho trabajo y esfuerzo, esta pandemia que está durando ya demasiado tiempo, nos está obligando a empezar de 0, como la canción de Dani Martín. Con una realidad sin turistas, sin caja, con nuestro personal en erte, haciendo malabares para llegar a fin de mes, buscando mercados (fieles y por descubrir), ideando nuevos proyectos y buscando luz entre tanta oscuridad.
En Torre Tavira nos encanta la luz, con la que disfrutamos mucho en nuestra Cámara Oscura, que con orgullo decimos es la primera de España. Esa luz de Cádiz tan especial y que tanto enamora a los de aquí y a los de allá. Esa luz que en el S.XVIII guió a tantos comerciantes, nacionales y extranjeros, a nuestra ciudad para convertirla en una urbe internacional y con gran riqueza.
Hoy, con la torre prácticamente cerrada, obligad@s por las circunstancias, estamos volviendo a nuestros orígenes (a ese 1994 cuando nadie conocía la Torre Tavira…), a replantearnos todo, a volver a empezar. Ofreciendo visitas casi exclusivas, con cita previa y con aforo muy reducido. Disfrutando de un trato muy cercano con nuestros visitantes, compartiendo nuestro conocimiento de la ciudad y de su historia con gente muy interesada. Saboreando el tiempo que pasamos los unos con los otros y esperando con ilusión que llegue ese momento en que vuelva la movilidad y se abran las fronteras. Porque tenemos claro que todo esto pasará (mejor temprano que tarde, por favor…) y para entonces volveremos, no a la normalidad, si no a una nueva realidad donde incorporaremos todo lo aprendido en este volver a empezar.
Belén González Dorao.