Como suele ser habitual al comienzo de cada temporada, el mes de enero es la fecha elegida para que la Torre Tavira pase su particular «ITV». Tras todo un año recibiendo visitantes llega el momento de hacer una pequeña pausa, pasar revista y chequear cada rincón de la Torre para, posteriormente, ponernos manos a la obra y arreglar todos los «achaques» que el día a día hayan podido causar en el edificio.

La primera semana de enero ha sido la fecha elegida para llevar a cabo una serie de trabajos de mantenimiento en nuestras instalaciones y que han sido ejecutados en, prácticamente, todos los niveles y estancias de la Torre. Se han realizado reparaciones de elementos dañados o deteriorados y se han implantado mejoras en el equipamiento y el mobiliario, reestructurando la distribución de los espacios para ofrecer una experiencia más cómoda a nuestros visitantes. Además se han aplicado diversos tratamientos para garantizar la mejor conservación del edificio y para alcanzar un óptimo nivel de confort y seguridad en nuestros visitantes. La calidad y la seguridad son, y serán siempre, nuestra máxima prioridad.

Algunos de estos trabajos han sido el resanado de paredes que se ven afectadas por su alta exposición a la humedad, la aplicación de un tratamiento de alta calidad y máxima durabilidad a las barandillas de las escaleras, fuertemente expuestas al desgaste por su uso continuo y por las características ambientales que soportan debido a las especiales características del edificio o la instalación de unas mallas protectoras en el suelo de la terraza para evitar las filtraciones.

También hemos trabajado en el cuidado del instrumento óptico de la Cámara Oscura: resanado y pintado exterior del tubo de la Cámara Oscura, forrando del interior del mismo con un material especial para garantizar las mejores condiciones lumínicas y la mayor calidad en la proyección de la imagen o el pintado de las paredes de la habitación de la Cámara Oscura con una pintura especial para evitar los reflejos.

En definitiva una intensa semana de trabajo para garantizar no sólo que se den las mejores condiciones para ofrecer una experiencia y un servicio de máxima calidad, sino también para garantizar la conservación del edificio, de nuestra casa: ¡de le Torre Tavira!