Hace unos días nos despertábamos con la terrible noticia del ataque vandálico sufrido por la popular «fuente de los niños bajo el paraguas», uno de los elementos ornamentales más reconocidos y queridos de la ciudad situado en el Parque Genovés. Pero, ¿conoces la historia que guarda la entrañable imagen protagonista de esta preciosa fuente?. Pues, ¡en este post te la contamos!
La fuente de los niños bajo el paraguas es uno de los iconos más románticos de la ciudad y un rincón mágico, sin embargo sus protagonistas no son gaditanos: La escultura representa a Pablo y Virginia, los protagonistas de la novela homónima (Paul et Virginie, en su versión original en francés) publicada en 1788 por Bernardin de Saint Pierre. En ella se narra la historia de dos adolescentes que tras convivir juntos desde la infancia se enamoran inocentemente. Los jóvenes, que vivieron juntos desde la infancia en la antigua colonia francesa de Isla Mauricio, se vieron obligados a separar sus caminos cuando la joven marchó a estudiar a Francia. Años más tarde Virginia, decidió volver a la isla para reunirse con Pablo, pero el Saint-Géran, velero en el que viajaba, nunca llegaría a puerto, naufragando tras una fuerte tormenta. En la bahía de Tumbeaux apareció el cadáver de la joven y dos meses más tarde murió Pablo, siendo enterrado junto a su amada en la iglesia de Pamplemousses, donde los cercanos arrecifes y el rumor de las olas parecen llorar el triste destino de los jóvenes amantes.
El conjunto escultórico, bajo el título “Les Enfants au Parapluie”, fue adquirido en la Exposición Universal de París de 1878 por la familia Aramburu, propietaria de la importante banca gaditana “Aramburu Hermanos”. Una vez en Cádiz, la fuente fue instaldada en el patio de la casa que poseían en la Plaza de San Antonio hasta que en 1910 la finca fue sometida a una profunda remodelación y el grupo escultórico fue cedido al Ayuntamiento, que, años más tarde, la instaló en el Parque Genovés, primero en la puerta que se abre al Paseo de Santa Bárbara, frente a la que era la casa del director del Parque, y posteriormente, ya en la década de los 60 del siglo pasado, en su ubicación actual.
Sobre la autoría de la escultura, en un principio, se creyó que la fuente de los niños fue obra de Mariano Benlliure, quizás por su parecido con otra obra del escultor valenciano que estuvo en la pared del Baluarte de la Candelaria y que curiosamente también fue presa del vandalismo, desapareciendo de nuestro paisaje urbano a mediados de los setenta del pasado siglo. No obstante, recientes estudios han concluido que el conjunto escultórico procede del “Establimento Andrea Boni e Compagna”, fundado en 1850, que desarrolló una intensa y prestigiosa actividad en Milán. El escultor Boni adquirió gran fama por sus trabajos en terracota, que recuperaron técnicas y recursos del Renacimiento en Lombardía.
La fuente fue restaurada en el año 2019 por la Empresa Municipal Aguas de Cádiz, y dado su valor histórico y artístico, se encargó realizar una réplica del original, obra del escultor José Martín Lagares, que es la que luce ahora en este lugar, conservándose el original en las dependencias de Aguas de Cádiz. Este hecho no resta un ápice de atrocidad a la salvajada injustificable sufrida por este reconocible icono de nuestra ciudad y que nos llenó de tristeza y rabia.
A pesar de todo lo ocurrido estamos segur@s de que Pablo y Virginia seguirán disfrutando de innumerables tardes de amor en el Parque Genovés y de que gaditanos y visitantes seguiremos disfrutando de esta bella estampa y de este mágico lugar.
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Fuentes consultadas para la elaboración de este post:
Los Niños Bajo el Paraguas del Parque Genovés. Diario de Cádiz
Fuente de los Niños del Paraguas. Aguas de Cádiz