La ciudad de Cádiz esta llena de elementos singulares que para el gaditano y la gaditana pueden pasar desapercibidos al estar acostumbrados y acostumbradas a convivir con ellos, pero que despiertan la curiosidad y la admiración de aquellos y aquellas que nos visitan.

Uno de estos elementos más reconocibles son los cañones en las esquinas. Basta con dar un paseo por las calles del casco histórico de la ciudad para encontrar en numerosas esquinas antiguos cañones de artillería que hacían las funciones de guardacantones. La mayor parte de estos cañones provienen de los buques hundidos en la costa gaditana durante distintas batallas y asaltos a la ciudad que fueron rescatados del fondo del mar y reciclados para esta nueva función, proteger las esquinas y los cimientos de los edificios ante los golpes de los carruajes al girar en las esquinas. Y es que durante los siglos XVIII y XIX la ciudad vivía en un estado bullicioso continuo, repleta de actividad en sus calles y con carruajes recorriéndola a toda prisa, golpeando en multitud de ocasiones los bajos de los edificios al girar en las estrechas esquinas del casco histórico.

Esta es una muestra más de la relación de Cádiz con el Mar y de cómo aprovechar los recursos que éste ofrece, de igual forma es también ejemplo de la maestría de los gaditanos y gaditanas para reutilizar con ingenio elementos con los que convive.

Además el ejemplo concreto de los cañones en las esquinas esconde otros secretos y curiosidades, y es que en la mayor parte de los casos sólo queda al descubierto un parte del cañón, no su totalidad, creando una especie de «efecto iceberg» en el que el cañón solo muestra tres séptimas partes de su estructura, quedando bajo tierra la mayor parte de este, cuatro séptimas partes.

En total podemos encontrar en la ciudad mas de una centena de cañones pertenecientes a distintas épocas y con distintos calibres y medidas. Entre los mejor conservados destacan los de la Plaza Mendizábal o el que flanquea la esquina del Palacio de la Diputación Provincial de Cádiz, recuperado de una batalla y que tiene como una de sus principales características tener la boca de fuego hacia abajo.

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Fuentes consultadas para la elaboración de este post: turismo.cadiz.es